El modelo económico global empieza a quebrantarse poco a poco, y la pandemia parece haber acelerado ese proceso, porque pasamos de una parálisis casi total en la producción del mundo, a una recuperación económica escalonada, y en algunos casos acelerada que coloco mucha presión a logística mundial.
Otros de los factores críticos, es que estamos consumiendo más de lo que producimos, y muchas industrias empiezan a dar alertas de futura escasez en muchas de las materias primas que han transformado a diferentes industrias en las últimas décadas, como es el caso de los microchips y la tecnología.
Uno de los casos que es claro ejemplo de lo que está sucediendo, es Nike, empresa que fabrica el 96% de sus zapatillas en Vietnam, Indonesia y China, mercados afectados por cierres logísticos que han colocado en riesgo el abastecimiento de los productos debido a que en Asía se concentra gran parte de sus proveedores globales.
Otra empresa y marca afectada es H&M, la cual concentra en China, Bangladesh e India, gran parte de su abastecimiento de materias primas requeridas para la fabricación de sus artículos de moda.
Por su parte, el gigante Inditex reparte más sus proveedores y el 57% son de proximidad con países como España, Portugal, Marruecos y Turquía y aunque al igual que muchas otras empresas se abastece de China, su modelo de suministro le permite tener un mayor margen de operatividad comparado con el de muchas compañías que concentran gran parte o la de totyalidad de su logística comercial con los principales mercados asiáticos.
Este ritmo frenético entre cierres, reapertura, escasez de materias primas altos costos logísticos, llevaría a repensar y a rediseñar las cadenas de suministro tal cual y las conocemos hoy en día.
Factores como el precio disparado de los fletes marítimos ha provocado que no sea tan rentable el uso de barcos para trasladar los productos y materias primas, y que los altos costos del transporte que mueve el 90% de la carga del mundo, impidan que pequeñas, medianas y hasta grandes empresas no puedan producir sus mercancías; lo que afectaría la economía global de no encontrar una pronta solución.
En los próximos años se prevé una transformación de la cadena de suministro, que no solo tendrá que ser eficiente y eficaz, sino también resiliente y sobre todo, sostenible, porque las grandes compañías ya tienen entre sus objetivos reducir la huella de carbono de sus negocios para vincularse con la tendencia de consumo que necesita el mundo para sobrevivir al cambio climático.
Los contrastes son evidentes, los reportes de la situación han mostrado las imágenes de puertos vacíos en China, mientras que al otro lado el de buques que se encuentran atascados en Los Ángeles (Estados Unidos), reflejando el desfase en el engranaje de la logística que enfrenta actualmente la cadena de suministro global que muestra temas críticos como el tránsito de la mercancía desde el origen hasta el destino, por ejemplo antes de Shanghái (China) tardaba en llegar unos 25 días, ahora son entre 40 y 45 afectando a los principales socios comerciales de los países asiáticos como Europa y Estados Unidos.
En el futuro la hegemonía del mundo no se medirá por el número de misiles que tiene un país. Se medirá por el número de materias primas que controla y, sin duda, China es desde hace ya varios años o décadas el primero del mundo en este sentido.
El intercambio de aranceles impulsó una política proteccionista de ambas partes
y China está mostrando pocas intenciones de mejorar su relación con Estados Unidos, y adicionalmente muestra una estrategia ambigua ante la Unión Europea, intentando construir relaciones individuales con estados miembros. Los analistas consideran que China intenta ser todavía más autosuficiente lo que puede ser muestra de que la guerra comercial prosigue, aspecto que cobra mayor relevancia a nivel global si se tiene en cuenta que se trata del mayor fabricante del mundo.
EL FUTURO: ¿Cambiará el modelo de la cadena de abastecimiento Global?
Ante este panorama incierto, volátil y de alto riesgo muchas compañías se plantean ya acercar las cadenas de suministro a puntos más próximos a Europa y relocalizar sus producciones para reducir la dependencia de Asia, lo que ha llevado por ejemplo a Estados Unidos a planear Fuertes inversiones para mejorar sus centros logísticos y puertos, con el objetivo de mejorar su competitividad ya que en la actualidad en China están localizados ocho de los diez puertos más importantes del mundo; en los cuales EEUU concentró en el 2020 los pedidos que antes realizaba a otros países asiáticos, que se encontraban más afectados por los confinamientos.
La crisis una oportunidad para las navieras.
Tras la pandemia, las pocas compañías navieras que dominan el transporte marítimo han aprovechado para poner el precio del flete por las nubes. Además de tardar más, el importe se ha multiplicado de forma desorbitada afectando tanto a las importaciones como a las exportaciones de grandes, pequeñas y medianas empresas.
Ante esta situación la opción del transporte aéreo tampoco parece viable para la gran mayoría de empresas. Además del elevado costo logístico, y aunque más de la mitad de la carga se mueve en las bodegas de aviones de pasajeros, en estos momentos las rutas internacionales aún siguen soportando fuertes restricciones, por lo que no existe la suficiente capacidad.
Esta situación de afectación mundial ha planteado un cambio en la estrategia de las empresas que relocalizaran sus cadenas de suministro, sacrificando parte de su rentabilidad para ganar resiliencia frente a futuros shocks externos en el abastecimiento que signifique riesgo para su producción.
La crisis la oportunidad para innovar.
Una de las causas de la actual crisis de desabastecimiento es la recuperación del consumo después de la pandemia, gracias a los estímulos que han ofrecido los diferentes países y bancos centrales para recuperar la economía. Del mismo modo, la otra gran causa es que se han creado tres grandes áreas económicas: China y su mercado común, EEUU y sus aliados y Europa. En el caso de China, donde durante años se ha concentrado la producción para abastecer a otras regiones, está priorizando su propio mercado que a los de sus competidores.
Los expertos analistas mencionan que “Lo inteligente sería buscar productos alternativos locales para que cada país o zona económica no dependa de otros en su producción” aunque es evidente que se trata de un riesgo estratégico. Algunos países ya han tomado medidas para relocalizar sus modelos productivos que en el corto plazo, pero lo que realmente se está haciendo es aumentar la producción al máximo para intentar cubrir la demanda.
Por otro lado, tanto las empresas productoras como las empresas logísticas impactadas deberían comenzar modelos de producción diferentes y por lo tanto implementar estrategias de negocio diferentes.
Es en este desafiante contexto mundial, en el cual la innovación aparece para encontrar soluciones enfocadas a responder al cambio climático, con una cadena de suministro más sostenible, en un modelo económico que desarrolle nuevos productos, nuevas formas de producción y modelos energéticos alternativos que permitan un cambio a largo plazo de todo el flujo productivo y comercial con el objetivo de mantener el abastecimiento seguro y sostenible a nivel global.
Fuentes retomadas en este artículo.
https://www.elcorreo.com/antropia/fabrica-10000-kilometros-20211129111316-ntrc.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-59082543
https://www.elindependiente.com/economia/2021/11/07/la-crisis-de-suministros-pone-el-mundo-en-jaque-hasta-2023/
https://www.america-retail.com/supply-chain/supply-chain-crisis-de-suministros-sera-un-puente-para-la-innovacion/
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