El año 2022 está en el tramo final, ha sido un año con un contexto global volátil y con situaciones que han tenido impacto en las actividades de comercio exterior a nivel mundial, regional y en el mercado colombiano.
Según las diferentes entidades globales como la OMC y el FMI luego de superar las horas más oscuras de la pandemia la recuperación económica era inminente, pero al contrario de los pronósticos la escasez de algunos productos, el desempleo, la inseguridad alimentaria, la crisis logística mundial; y los conflictos que ha vivido el mundo desde entonces, entre los que se destaca la guerra en Ucrania, han puesto en aprietos al comercio, a los países y por ende a los ciudadanos que actualmente se enfrentan al ruido de una posible recesión mundial para el año 2023.
Recesión que se puede producir por la combinación de todos los factores de riesgo como la inflación, los aumentos de las tasas de interés, la desaceleración económica de las dos más grandes economías del mundo como lo son EEUU. y China, la guerra Rusia y Ucrania, son factores que pronostican un retador 2023 para el comercio internacional y para la cadena de suministro.
Observa este vídeo en YouTube con explicación de los posibles efectos de la recesión.
“El crecimiento mundial se está desacelerando de manera abrupta, y es probable que se produzca una mayor desaceleración a medida que más países entren en recesión. Me preocupa profundamente que estas tendencias persistan, con consecuencias duraderas que son devastadoras para las personas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial".
Temas de seguimiento para la logística empresarial.
Aumentaron los pronósticos de una caída en el transporte marítimo de mercancías. Esto se debe a la disminución de la demanda debido a los altos precios de algunos productos. Esto causa que al contrario de la situación presentada durante el 2021 y parte del 2022, en el que los espacios eran escasos, se presente una sobreoferta de espacios o contenedores por la tendencia a la disminución de la demanda de mercancías.
Situación que ha generado que la utilización de los depósitos sea alta y el tiempo de inactividad de los contenedores este aumentando en China, Europa, India, Singapur y la mayor parte del mundo.
Las empresas expertas han disminuido las perspectivas del comercio marítimo de contenedores para 2023 del 2,5 al 1,5 por ciento y hay una probabilidad muy alta de que se produzcan nuevas rebajas.
Los índices de cancelación de buques tanto en el tramo Asia-Europa como en el tramo Asia-Norteamérica rondan ya el 20 por ciento. Por lo tanto, ya se han producido algunos trastornos en la forma en que los transportistas gestionan la capacidad y se espera que se produzcan más en los próximos meses.
China, uno de los mayores motores del comercio internacional, tampoco está pasando por un buen momento. Su política de "covid cero", que ha implicado continuos confinamientos y cierre de actividades comerciales, le ha pasado factura a la mayor economía asiática, que además enfrenta una crisis del mercado inmobiliario, una menor demanda mundial por sus productos y un yuan muy debilitado frente al dólar.
Si la economía China frena, arrastrará consigo a muchos países que tienen al gigante asiático entre sus primeros socios comerciales. El FMI espera que este año tenga un crecimiento de 3,2% y el próximo de 4,4%. También aunque según las cifras de la OMC entre el 2016 y 2022, la participación de China en las exportaciones mundiales se ha quedado rezagada en categorías clave, como la ropa, calzado y muebles; disminuyendo entre los 7 y 11 puntos porcentuales, respectivamente, aún es proveedor de muchos insumos; y para el 2023 se convierte en uno de los factores que más afectaría el rumbo económico mundial, especialmente por los graves problemas que esto generaría en las cadenas de suministro.
En el siguiente gráfico obtenido de statista.com se evidencia esta disminución en las principales categorías que exporta China al resto del mundo.
En América del Sur, algunos países se están viendo particularmente afectados por el bajo dinamismo de China que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes. Tal es el caso por ejemplo de Chile, Brasil, Perú y Uruguay, que destinan a China más del 30% de sus exportaciones de mercancías (40% para Chile).
La región se verá afectada también por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política pública tiene para apuntalar la actividad.
En el caso de Colombia, si la economía de Estados Unidos disminuye su demanda, se vería afectado el volumen de exportaciones hacia el principal socio de comercio exterior del país. Situación que podría generar impacto en las operaciones de los agentes de carga internacional, y no necesariamente a las empresas que compensarían por la alta cotización del dólar (TRM).
Los posibles cambios en las políticas de comercio exterior son un tema que preocupa a los exportadores de cara al año 2023, principalmente a la industria del hidrocarburos y minería, que asumirían una mayor carga tributaria, que al final podría disminuir la cantidad de operaciones de un sector clave para las actividades de logística internacional del país.
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